Este artículo presenta los resultados y conclusiones de un estudio de campo realizado con alumnos de dibujo. El objetivo de este trabajo era el de establecer un modelo de evaluación para las materias de dibujo en el nivel superior. Para tal finalidad, antes que nada fue necesario reconocer las habilidades personales que desempeñaban un papel activo en el acto de dibujar. A partir de dos ejercicios, previamente seleccionados para evaluar la memoria visual de los alumnos y su capacidad de observación, se llegó a la conclusión de que el aprendizaje de esquemas básicos y la observación son las habilidades más importantes para dibujar. Ambos procesos tienen un papel fundamental en la construcción del pensamiento visual y el desarrollo de la creatividad. Los esquemas interiorizados sirven de recurso al dibujar una imagen (real o imaginada), mientras que la observación minuciosa amplía el acervo de esquemas formales.